sábado, 1 de agosto de 2009

Naufragado el objeto y destronada la discordia, la calma reina y lamentira agobia. Porque mientras vientos de anís traen lavandas, oí a tufantasía perfumada en rabia y admito haber incurrido en la locura, pero la esmeralda ya no es verde esperanza y tu mirada cobriza se disuelve en el agua de mi espejo. Prejuzgué con molesta modestia el cristal de tu alma y resultó que mi rojo rubí no era lo que pensaba.Bosques de insinuante tristeza nos separan al tiempo que el lobo de plata muere entre las sábanas: con la primera impresión tropical de nosotros, pinté el paraíso con océanos y avellanas, es que me embelesó tu modo y me sorprendió lo artesanal de tu luz. La luna aún brilla, pero nada trae para nosotros, solté una lágrima y a continuación le creí a tu estrella la mentira de mi propio engaño: te amé de a ratos y te quise de a momentos, buscando una solución, disolviéndome enplanes y condicionando mi inerte retenimiento